Sobre la ordenación sacerdotal reservada sólo a los hombres

“(…) con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia.” (Carta Apostólica Ordinatio sacerdotalis sobre la ordenación sacerdotal reservada sólo a los hombres, n. 4. 22-05-1994. Juan Pablo II)