Iglesia y deporte

«El deporte “puede dar una valiosa aportación al entendimiento pacífico entre los pueblos y contribuir a que se consolide en el mundo la nueva civilización del amor” (Juan Pablo II, Homilía, 29 de octubre de 2000, n. 2: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 3 de noviembre de 2000, p. 5). A esta luz, el deporte ha de ser siempre un elemento esencial para la construcción de la paz y la amistad entre los pueblos y las naciones.» (Benedicto XVI, Mensaje al arzobispo de Vancouver con motivo de la XXI edición de los Juegos olímpicos de invierno y de la X de los Juegos paralímpicos de invierno. 30-12-2009)