Cinematografía

«(…) el cine, ya desde su nacimiento, es el espejo del espíritu humano, que busca constantemente a Dios, a menudo incluso sin darse cuenta. Con efectos especiales e imágenes sorprendentes, sabe explorar de manera profunda el universo del ser humano. Sabe encarnar en las imágenes la vida y su misterio. Además, cuando alcanza las cimas de la poesía, unificando y armonizando diferentes artes, como por ejemplo la literatura, el teatro, la música y la declamación, puede convertirse en fuente de admiración interior y de profunda meditación.

Por eso, la libertad creativa del autor, facilitada por los medios tecnológicos de vanguardia, está llamada hoy a ser vehículo de transmisión de un mensaje positivo que se refiera constantemente a la verdad, a Dios y a la dignidad del hombre.» (San Juan Pablo II, Discurso a los participantes en un Congreso internacional sobre el cine, 19-11-1998)