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Encuentro Nacional de «Spei Mater» (7-9 de octubre de 2022)

EN EL DÉCIMO ANIVERSARIO DE SPEI MATER: RAZONES PARA LA ESPERANZA

Durante los días 7, 8 y 9 de este mes de octubre, un centenar de miembros de SPEI MATER,
pertenecientes a varias diócesis españolas, se han reunido en la Hospedería del Valle de los
Caídos.

«¿Para qué nació SPEI MATER hace ahora 10 años, en España?», preguntaba de modo más
pedagógico que retórico D. Juan Antonio Reig Pla, obispo emérito de la diócesis de Alcalá de
Henares, al comienzo de su homilía en la Eucaristía del sábado día 8. Y él mismo contestaba de
este modo:

«En primer lugar, para introducir la pastoral de la vida en la pastoral ordinaria de la Iglesia. Para que
en todas las parroquias, incluidas las comunidades cristianas, religiosos de vida consagrada,
movimientos… tomen conciencia de que el cuidado de la vida humana viene inspirado por la fe (…).
Y, en segundo lugar, Spei Mater, madre de la esperanza, nace para dar una respuesta integral
colocando a las personas que se encuentran con el drama del aborto, de la debilidad, de la
ancianidad, con la eutanasia… delante de Cristo, que es el único que cura y ofrece una respuesta
adecuada para la vida humana desde el momento del nacimiento hasta el de la muerte «.

Nos recordaba María José Mansilla, iniciadora y presidenta nacional de Spei Mater, cómo esta
asociación nació, de hecho, hace doce años de la mano de Magaly Llaguno y Vicky Thorn,
fallecida recientemente y . Y ahora, en 2022, celebramos la erección canónica como Asociación
Pública de fieles, llevada a cabo por D. Juan Antonio Reig».

Ello significa que la misión encomendada a Spei Mater es la misma misión de la Iglesia en cuanto a
la defensa de la vida y de la dignidad de la persona humana.

La misión de Spei Mater está encomendada a la Virgen María. Por ello, iniciamos el IV Encuentro
con una Eucaristía en acción de gracias a Dios y a la Virgen del Rosario, cuya festividad celebra la
Iglesia el día 7 de octubre.

El Padre D. Jesús Chavarría, director espiritual de Spei Mater, puso énfasis en algo que se ha
reiterado después a lo largo del encuentro hasta la saciedad: la necesidad de combatir la cultura de
la muerte con la oración, de la que el Santo Rosario y los 150 salmos son su mejor instrumento, al
que conviene añadir también la oración personal.

María José Mansilla, en su primera intervención utilizó alguna frase de Santa Teresa de Calcuta
para enfocar el verdadero sentido de Spei Mater: » Esto no es una empresa», por lo que no debemos
dijo Mansilla obsesionarnos con los números ni es éste el modo como debemos mirarnos o
evaluarnos después de 10 años.

Como decía la santa de Calcuta, estamos llamados «a ser una isla de misericordia en un mar de
indiferencia», la indiferencia que expresa el individualismo de esta sociedad en la que no nos importa
el otro ni lo que le pase.

«Dios nos llama a ser fieles, no a tener éxito», expresión también de la santa de origen albanés que
la iniciadora de Spei Mater puso en primer plano para insistir una vez más en que esta Asociación
Pública de fieles no es un voluntariado, sino que es una vocación. Añadió al respecto que, «quien
vive esto como un voluntariado, no persevera».

Los números, los testimonios dados… como expresión de los frutos, son a veces necesarios, pero
no es lo perfecto ni lo bueno. Ofrecer a Dios el sacrificio de no recoger nunca frutos, de fracasar, es
algo que forma parte de esta misión cuyo objeto principal es el anuncio de Cristo Salvador.

Mansilla destacó también algunas de las fortalezas de Spei Mater, tales como su diocesaneidad,
metodología clara, unidad… También es algo muy importante el que nos declaramos católicos, y
como tales actuemos: la acción de Spei Mater es la acción pastoral de la Iglesia en favor de la vida.

Comentó María José que nuestro mayor fallo se refiere a la escasa comunicación y divulgación en
los medios, algo que debe favorecerse siempre en beneficio de las personas para que puedan ser
ayudadas.

Concluyó, por último, que nada se puede sin la oración: Es el tiempo de las Parroquias por la Vida.

La totalidad de asistentes participamos en grupos de trabajo que concluyeron en dos mesas
redondas, mediante las que se analizaron las fortalezas, debilidades y propuestas de mejora,
elaboradas por las distintas diócesis.

También hemos tenido la suerte de poder escuchar al prior de la abadía benedictina del Valle de los
Caídos, Padre Santiago Cantera, doctor en Geografía e Historia, antiguo profesor en la universidad
San Pablo CEU de Madrid, y que ha publicado una veintena de libros, parte de ellos en el
extranjero.
Su charla llevaba por título: «Razones para la esperanza».

«Como cristianos, nunca debemos caer en la desesperanza (…) La esperanza, virtud teologal, es
una disposición que parte de Dios y es infundida por Él en la voluntad del hombre y tiene su
fundamento en que confiamos alcanzar la vida eterna, apoyados por la gracia de Dios», nos dijo al
principio de su exposición.

A continuación, el prior benedictino basó buena parte de su intervención en textos de lo que él llamó
‘testigos de la esperanza’. Así pues, nos recordó cómo en 1988 Juan Pablo II, en Salzburgo, decía
que la fe y la esperanza no son un mero consuelo; la fe y la esperanza transforman nuestro estado
actual, nuestra vida presente y nos mueven a ser testigos.

Citó también al cardenal Francisco Javier Nguyen Van Thuan, autor de libros como «El camino de la
esperanza» o «El gozo de la esperanza», que añade otro valor o matiz a la esperanza cristiana
cuando dice: «El cristiano debe ser un peregrino alegre, feliz y gozoso por la esperanza».
Tras un recorrido histórico en el que el padre prior analizó los fracasos de las ideologías de la
modernidad y de la propia situación actual del mundo, nos invitó a poner nuestros ojos en la Virgen
Madre de la Esperanza: «María sostuvo la Fe, la Esperanza y la Caridad de los primeros discípulos,
en la resurrección de su Hijo, Cristo».

Es Cristo resucitado la verdadera razón de nuestra esperanza.

El domingo por la mañana, el Padre Jesús Chavarría, en su intervención titulada: «Spe Salvi», nos
condujo de la mano de versos del franciscano y maestro de capilla del siglo XVI, Giovanni Pierluigi
Da Palestrina, de nuevo frente a la cruz de Cristo: «Salve, oh cruz, nuestra única esperanza en este
tiempo de pasión. Aumenta la justicia de los virtuosos y concédeles el perdón a los débiles».

Hoy, decía el Padre Chavarría, tenemos un reto, el reto que supone que Dios ha confiado en
nosotros y que debe corresponderse mediante la fe en nuestra esperanza y confianza en Él. Con la
esperanza tocamos la raíz de la Iglesia ya que, mediante la Encarnación de Dios en este mundo, el
hombre puede mirar con esperanza hacia la vida eterna. Para ello, concluía D. Jesús, es
imprescindible la conversión de cada uno de nosotros.

Es una vida convertida a Cristo y nutrida de esperanza en Él, lo que ha permitido vidas como la de
las personas que dieron su testimonio a continuación.

Los testimonios del domingo, día 9, por la mañana, evidenciaron la vocación martirial de los
miembros de Spei Mater, a la que había apelado también monseñor Reig la noche anterior,
llamados a anunciar el evangelio de la vida y la misericordia con su propia vida: una enfermera, una
matrona y un médico.

Especialmente, el testimonio del doctor D. José Sastre, que habló sobre las dificultades que
encuentran los especialistas en cuidados paliativos y que se ven abocados a perder fama, prestigio,
oportunidades profesionales y también dinero, por defender la vida y la muerte digna de sus
pacientes, causó gran impacto a los asistentes al encuentro.

Concluyeron estas jornadas con la Eucaristía dominical, celebrada en la impresionante Basílica de
la Santa Cruz del Valle. Sobre la roca, en un día espléndido de sol, la Cruz sellaba nuestras
despedidas y abrazos. En el corazón, un sello: ¡Oh Crux Spes Unica!

Por Vicente Luis Codoñer Valls
Proyecto Raquel, Valencia


IV Encuentro Nacional Spei Mater

Santa Misa
Sábado, 8 de octubre de 2022

Homilía de Mons. Juan Antonio Reig Pla
Obispo emérito de Alcalá de Henares


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