Breve crónica de la mesa redonda «Migrantes, nuestros nuevos vecinos» organizada por la HOAC


“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 37-40).

En la tarde del martes 23 de abril, la HOAC de Alcalá de Henares organizó una mesa redonda con el título “Migrantes, nuestros nuevos vecinos” a fin de despertar una actitud samaritana hacia nuestros nuevos vecinos que residen en el Centro de Acogida Primo de Ribera de Alcalá de Henares.

En el acto, moderado por Miguel Ángel Paz, intervino Blanca Aller, de la plataforma cívica Alcalá Acoge y Francisco Javier Martínez, Delegado de Migraciones de la Diócesis complutense. Asistieron a la cita gran número de personas de distintas procedencias agradeciendo la acogida de la Parroquia Virgen de Belén.

Primeramente, Blanca presentó la situación que se está viviendo en el Centro de Acogida y las dificultades que tienen las personas que allí residen para acceder a las citas para la tramitación de acogida en España y otras carencias que experimentan referentes a la higiene, alimentación, salud física y mental, etc. Puso de relieve la gran generosidad e implicación que gracias a distintas personas y asociaciones de la ciudad se están coordinando para poder ayudar a los inmigrantes.

Seguidamente, el Padre Fran Martínez comenzó sus palabras trayendo a colación la cita de Gaudium et Spes en la que el Concilio Vaticano II nos enseña que la realidad que viven nuestros hermanos los hombres, sus gozos esperanzas, tristezas y angustias, deben tener su eco en el corazón de los discípulos de Cristo. Por ello, la actitud que Jesús nos pide es la de hacer como el Buen Samaritano, que es Él mismo, el cual se hace cargo del sufrimiento del otro, sin miedo y sin prejuicios, para acogerle, sanar sus heridas y hacerse compañero en el camino de su vida. También nos mostró cómo la Iglesia está ya al servicio de los necesitados, particularmente con su presencia en las Cáritas de las parroquias, y cómo esta implicación social está siendo reforzada de un modo organizado según se van percibiendo nuevas necesidades, colaborando así con otras plataformas, personas y asociaciones.

Tras las intervenciones, se abrió un turno de preguntas y comentarios sobre lo que la situación en sí y ambas intervenciones suscitaron.