Acciones y testimonios de la Delegación de Pastoral de la Salud de nuestra diócesis

Breve informe con testimonios de la actividad realizada desde la
Delegación de Pastoral de la Salud de nuestra diócesis

La Pastoral de la Salud tiene como objetivo prolongar la acción de Jesús con los enfermos, como expresión de la ternura de Dios hacia quien sufre y para ayudar a vivir o superar esta situación causada por el Coronavirus-19.

La Iglesia se ha movilizado ante la pandemia por el Covid-19 como una emergencia sanitaria y social con los recursos a su alcance, para ofrecer servicioacompañamiento en la soledad y en el dueloayuda y oración, a todos los afectados y a toda la sociedad, siguiendo las palabras del Evangelio «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mt 11, 28)…

En estos momentos gran parte de la humanidad está encerrada en sus casas. La vida normal, tal como la conocemos, se detuvo desde hace unas semanas y ninguno de nosotros puede predecir lo que será el futuro a corto plazo por esta pandemia del Covid-19.

Sabemos que son tiempos difíciles, tiempos para la santidad, tiempos de purificación. Pero tenemos la suerte de que conocemos el final de la historia de esta batalla.

Debemos rogar a Dios que nos infunda por medio del Espíritu Santo la confianza en Él, la certeza de que nuestra verdadera meta es el cielo y que nos fortalezca para ser fieles en estos tiempos de prueba.

Esta acción la Iglesia ¿Cómo la realiza? En estos momentos de gran dificultad, por el confinamiento, esta acción se realiza a través de las inspiraciones del Espíritu Santo, que suscitan, en el corazón de las personas, numerosas iniciativas, y que, en nuestra Diócesis, se están realizado en diferentes escenarios. Ofrecemos algunos testimonios.

 

 

LABOR SILENCIOSA DE LOS CAPELLANES
Testimonio de José Antonio Fortea, Capellán del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares:

«Quiero rendir un homenaje a todos los capellanes de nuestra Diócesis que, de un modo silencioso, prudente y discreto, realizan su labor sobre las almas de los enfermos. Todos entendemos el valor de un médico para la salud del cuerpo. Pero no se valora tanto el valor de un sacerdote para los espíritus.

No me voy, ahora, a fijar en la labor de consolar, dar consejos o llevar esperanza al enfermo, sus familiares y al personal sanitario. Esa labor es mucho más comprendida, mucho más valorada. Sino que me quiero fijar ahora, en este tiempo de pandemia, en la función de otorgar gracias misteriosas a través del sacramento de la unción de los enfermos.

Tenemos la seguridad, que nos da la Iglesia, que el sacerdote, al otorgar el misterio sagrado de este sacramento, confiere unas gracias a ese enfermo. Algo invisible sucede en ese espíritu por más que esté inconsciente. Siempre hemos profesado la fe en que los sacramentos son de institución divina. Si se confiere este séptimo misterio sagrado es por Voluntad de Dios. Algo sobrenatural acaece en ese espíritu humano, aunque no sepamos con exactitud el qué. Los antiguos tratados hablan de purificación, de aumento de la gracia santificante, de otros efectos. En cualquier caso, este sacramento de la unción actúa en cada uno de un modo personalizado y único, como una medicina del alma.

Valoremos esta faceta divina del sacerdote que está al lado de la cama del enfermo, pues otras facetas más humanas son más fáciles de comprender y agradecer.

Que el Señor nos conceda que en todos los hospitales de la Diócesis siempre, a cualquier hora, haya un sacerdote pronto a venir a traer algo que está por encima de los ánimos y consolaciones humanas.

TESTIMONIOS DE ENFERMOS
Testimonio de una enferma, María José Ceballos
Quiero aprovechar la posibilidad de dar las gracias al Capellán del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá por haberme podido dar la Extremaunción.

He visto la muerte muy cerca en un entorno frío de hospital y con la distancia obligada de toda mi familia.

La atención del Capellán alivió mi desconsuelo y me puse en manos de Dios para que fuera su voluntad. No sé cuánto tiempo pude pasar más cerca de la muerte que de la vida. Sentí que tenía que luchar, recibía el amor de mi familia y mis amigos y la cercanía de María Auxiliadora, siempre presente en mi vida.

Doy las gracias porque he sido elegida para seguir disfrutando del don de la Vida.

CARTAS DESDE EL CORAZÓN

Nos hicimos eco de una iniciativa que se estaba llevando a cabo en algunos hospitales de la Comunidad de Madrid, consistente en hacer llegar a los pacientes ingresados cartas escritas por mayores y pequeños, para acompañarlos en su soledad, cartas o mensajes de ánimo y consuelo.

Las cartas, se remitieron y continúan remitiéndose al correo de la Delegación: salud@obispadoalcala.org

Destacamos que estas cartas han sido enviadas por personas de diferentes edades y nacionalidades, profesores de colegios, que han enviado las cartas de sus alumnos, grupos musicales, pintores; nos hemos encontrado con personas que envían carta todos los días, estudiantes que están haciendo un Erasmus en España y cuya gramática es complicada, pero todas ellas reflejan palabras de ánimo y esperanza.

Agradecemos a todas las personas que han colaborado con el envío de estas cartas, y siguen colaborando; sabéis que son cartas que ayudan a paliar la soledad y el sufrimiento tanto físico como espiritual de los afectados por el Coronavirus-19.

La intención de la Delegación, era llenar un hueco en ese espacio de la soledad recordando las palabras de Jesús cuando dice «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mt 11, 28).
ATENCIÓN TELEFÓNICA DOMICILIARIA
En esta perspectiva, desde el confinamiento domiciliario, la atención de los problemas por la Delegación de la Pastoral de la Salud se convierte en el día a día en la antítesis de lo programado. Marcas un día, para hablar con capellanes y surge la necesidad en el tiempo, de otros contactos que priorizar, en todos aquellos lugares en los que se encuentre una persona afecta por un problema de salud.
Fruto de esa necesidad de luchar por la prevención de la salud y la defensa de la vida, brota la dimensión solidaria con el enfermo para encontrar una palabra que les aporte esperanza a él y a su familia.
Pero está también una dimensión comunitaria, más sensible a la fragilidad en la enfermedad, el dolor, sufrimiento, soledad, incertidumbre del paciente ó su familia ante el temor a la agonía y la muerte sin un acompañamiento religioso y espiritual o el poder despedirse de los seres queridos.
En cualquier momento surgen llamadas a la Delegación, desde un hospital, por una persona o sacerdote que ha ingresado, o, con síntomas…  También familias con padres mayores con la enfermedad, que, ante el colapso de las urgencias hospitalarias, en los primeros momentos de la pandemia, han temido llevarlo a un hospital y han preferido cuidarlo en casa; hemos hecho desde la Delegación, controles de apoyo domiciliario, en la revisión de los cambios en la evolución de la enfermedad.
Otras veces hay que tranquilizar o convencer a la persona que debe acudir a un Centro Hospitalario a hacerse una radiografía, un test diagnóstico… contactar con alguna Institución, Fundación o Residencia socio-sanitaria… hacer de enlace y acompañamiento entre familias, médico hospitalario y persona ingresada que a veces, esta última, pide asistencia religiosa.
Todo ello se une con las oraciones e intenciones por los más necesitados, la familia, seguimiento de celebraciones litúrgicas en el día a día, ocasiones, en las que aprovechamos para hacer peticiones por los enfermos.
PROGRAMAS EN RADIO MARÍA
Sobre el Coronavirus-19 se han emitido en RADIO MARÍA, en el programa médico “PARA QUE TENGAN VIDA” dirigido por el Dr. Adolfo Sequeiros y la Dra. Sara Sirvent:
10-03-2020
La infección por Coronavirus. Una infección que, si no la paramos entre todos, puede se convierta en un virus habitual y del que no conocemos sus consecuencias. (Escucha el programa)
24-03-2020
Sigue la infección por Coronavirus19 ¡hay que seguir luchando entre todos! Porque aún queda mucho por padecer y muchas cosas por hacer para combatirlos. (Escucha el programa)
21-04-2020
Con esta situación de pandemia cambia el estado de ánimo en todos ¿Qué puede estar pasando? ¿Son todos problemas médicos? (Escucha el programa)

ATENCIÓN A LAS FAMILIAS

Y desde esta Delegación hemos lanzado una Campaña de oración en familia a través de las ondas de Radio María, en el programa “Familia llamada a la Santidad”, pidiendo a las familias 5 minutos, aproximadamente, de oraciones con los niños. Grabadas con el móvil y convertidas a formato MP3, iniciando la grabación con la presentación de la familia, nombre, localidad, miembros de la familia…… y, enviadas al correo: familiallamadaalasantidad@radiomaria.es

Además, hemos visto también, que lo que comenzó como un virus estacional trivial descartado inicialmente como insignificante se convertiría en cuestión de semanas en una pandemia. Y ¿qué sucede en nuestras casas?, y ¿en nuestras familias? Pues que, hemos visto cómo el coronavirus-19 está también afectando a los matrimonios.
Puesto que, si a la dura experiencia de un radical aislamiento le sumamos problemáticas difíciles, que, ya venían afectando a las relaciones personales, la situación se agrava. Y por este motivo, hemos dedicado un programa al tema de la Fragilidad del matrimonio.

«FAMILIA LLAMADA A LA SANTIDAD». Programa dirigido por Adolfo Sequeiros y María del Carmen Brasa. Sobre la situación de confinamiento se han emitido los siguientes programas:
02-04-2020
Necesidad de la oración familiar en estos momentos de confinamiento. (Escucha el programa)
16-04-2020
Fragilidad del matrimonio. (Escucha el programa)
30-04-2020
La problemática situación actual de los ancianos. (Escucha el programa)
CONFECCIÓN DE MASCARILLAS EN LA DIÓCESIS
La producción de mascarillas y mandiles en la Diócesis ha sido muy abundante. Se han confeccionado en Colegios, A.P.A.S., Cofradías, Agentes de pastoral de la salud, Parroquias, con las que abastecieron, en un momento dado, las necesidades en hospitales y en residencias.
AGENTES PARROQUIALES  DE PASTORAL DE LA SALUD

El Espíritu Santo sopla en nuestras vidas en todo momento, especialmente ante la adversidad, por ello ante la pandemia del Covid-19, que azota con violencia a la tercera edad, pedimos su presencia para acompañar a los Agentes de Pastoral de la Salud de nuestra Diócesis, que aceptan con responsabilidad esta etapa de confinamiento, y colaboran abnegadamente desde sus respectivos hogares y parroquias en esta situación de pandemia.

Agentes de Pastoral de la Salud, que han sido llamados a vivir el Evangelio compartiendo el día a día con los mayores y enfermos que viven en residencias y centros socio-sanitarios, de un día para otro, y sin posibilidad de réplica, han visto cómo ha cambiado radicalmente la dinámica de acompañamiento y ayuda a los mayores institucionalizados, resultando también radicalmente multiplicada la oración, la compasión y la ternura por todos ellos.

Compartimos algunas de las prácticas nuevas y creativas que se imponen en estos momentos, para poder hacer presencia entre los mayores que viven esta difícil situación en las residencias, y ante la imposibilidad de acudir a diario al centro a acompañarlos, tal y como vienen realizando desde hace más de quince años, dentro de las tareas que como agentes de pastoral de enfermos realizan desde la Parroquia Santiago Apóstol de Torrejón de Ardoz, en coordinación con sus responsables y sacerdotes.

Su presencia diaria por las salas y pasillos del centro, que tanta vida da a los mayores, de pronto se ha cambiado por infinidad de llamadas y cadenas de mensajes para interesarse por cada uno de ellos y transmitirles su apoyo. El acompañamiento personal y la escucha activa, se han convertido en oración permanente y confección de mascarillas caseras mientras llegan los pedidos (“Mi Sagrario estos días es la máquina de coser, y las telas que el Señor va transformando en mascarillas para ellos” dice una de estas personas).

Nuevas misiones nacen ante esta situación, y los agentes de Pastoral, sus sacerdotes y todos los demás miembros de esta Parroquia, con gran dolor por no poder celebrar en comunidad y junto con los mayores, oran por ellos y por sus familiares, por los fallecidos a causa de este coronavirus-19, por el personal de los centros socio-sanitarios y hospitalarios A las 12 horas se realiza la exposición del Santísimo Sacramento con el rezo del Regina Coeli en la puerta principal del Templo, con la bendición a todos los vecinos, entre ellos, los mayores de la residencia.

Y a las 19 horas, todos se unen en el rezo del Santo Rosario, que también se retransmite en directo por las redes sociales, estrechando los brazos de aquellos mayores con los que cada miércoles, incansablemente y desde hace ya quince años, vienen rezando en la capilla de la residencia, suplicando el fin de esta pandemia y el regreso en cuanto sea posible, a su misión presencial de acompañamiento como agentes de pastoral de la salud en centros de mayores.
COLABORACION CON INSTITUCIONES Y RESIDENCIAS SOCIOSANITARIAS

En los momentos de escasez de personal, de material… se han recibido peticiones urgentes, contactando e interactuando con los organismos estatales autonómicos competentes

FUNDACIÓN ASTIER CENTRO SAN JOSÉ
Testimonio de Sor Isabel, Hermana Mercedaria de la Caridad y Superiora de la Fundación Astier Centro San José.

¡CRISTO HA RESUCITADO! ¡Latido de vida en el corazón! Desde la Fundación Astier Centro San José, ¡os damos la entrada a nuestra casa, a nuestras vidas!

Nuestra familia está configurada por: 149 residentes con discapacidad intelectual, esto es, ¡superdotadas emocionales!, por una Ciudad de Hermanas Mercedarias de la Caridad y por un equipo de trabajo de más de 100 profesionales vocacionados y apasionados por esta misión.

Un día de marzo, por nuestra puerta siempre abierta, se introdujo algo demoledor: el Coronavirus. Pasó dañando la salud y la vida de nuestras residentes, sus familiares y del personal. La rutina de nuestro vivir cotidiano llena de alegría, la comunicación viva entre nosotros y sus familiares, las actividades, caricias y abrazos, se tuvieron que transformar en espacios restringidos, con ausencia de gestos de cariño, rostros protegidos con mascarillas y guantes…

¿Qué está sucediendo?, se preguntaban: Mirad, os tenemos que proteger del Coronavirus-19. Durante un tiempo no vamos a poder estar juntas, ni hacer cosas que nos gustan, tampoco movernos libremente por lugares de la casa, ni podremos ir a la capilla para participar en la Eucaristía. Va a ser un poquito difícil, pero vosotras, ¡Sois las mejores y nos vais a ayudar a hacerlo todo más fácil!

¡Y así es! Nuestras residentes, han seguido regalándonos su sonrisa: siguen celebrando, con gozo, cuando se les lleva el alimento a su habitación como algo grande, llenan de fantasía el transcurrir de sus horas, hacen silencio para rezar el Ángelus a las 12:00, ahora el Regina Coeli…

Esperan pacientes que todo esto termine. Es verdad que están deseosas de pasar de la comunicación telefónica con sus familias al encuentro, al abrazo, a salir y respirar el aire puro, pero, en ellas se sigue dando el milagro del día a día en el que ponen el sello de la novedad.

En sus rostros no se ha borrado la sonrisa y van pasando las páginas del calendario diciéndose y diciéndonos: ¡Mañana volveremos a seguir celebrando la vida!

Hoy, dejamos que la Palabra de Dios resuene en nosotros y que la luz del cirio pascual ilumine nuestra estancia interior.

¡Bendito sea Dios! Padre de nuestro Señor Jesucristo que, en su gran misericordia, por la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera que os está reservada en el cielo. (Cfr. 1P 1,3-5)

Así pues, con mirada pascual, queremos acoger y celebrar los gestos humildes y callados, pero llenos de presencia del Cristo resucitado, aquí, en nuestra realidad cotidiana. Nos decimos que el temor al Coronavirus ha sido vencido en las manos que se han hecho servicio, en las palabras de ánimo de unos para con otros, en los besos y caricias, lanzados al viento, para que lleguen al cielo y con una fuerza especial: en la plegaria continua de todos los que dejamos cada día en el corazón de nuestra amorosa Madre para que se la presente a Dios nuestro Padre, así como en la protección de nuestro querido San José, pararrayos de nuestro centro.

¡Sí, creemos en la VIDA que nos trae Cristo Resucitado! La queremos acoger en nuestro barro frágil y seguimos dejando abierta la puerta de nuestro corazón para que el gozo de la Pascua nos inunde y nos llene de la presencia del Señor: ¡Dichosos nosotros porque creemos sin haber visto! ¡Aleluya, Aleluya!

 

 

COLABORACIÓN ENTRE FUNDACIÓN ASTIER CENTRO SAN JOSÉ
Y DELEGACIÓN DE PASTORAL DE LA SALUD DEL OBISPADO DE ALCALÁ

Borja Lucas González, Director general:

Con mi reciente nombramiento como nuevo director de la Fundación Astier Centro San José, y sin encontrar un honor mayor por el amor que tengo a esta casa, me encontré, como todo ciudadano, con la cara más hostil de la actualidad, el coronavirus-19. Tocaba actuar con premura y pasión, con el amor que precisa un reto de tal magnitud.
Y en algo tan devastador y desconocido, como amante que soy del trabajo en red, necesité ayuda.En esa necesidad conocimos, a través de la Comunidad de Hermanas Mercedarias de la Caridad que aquí convive en misión, al Dr. Adolfo Sequeiros, de la Delegación de Pastoral de la Salud del Obispado de Alcalá. Quiero reivindicar, desde mi experiencia en contacto directo con esta epidemia en el ámbito residencial, que más allá de la ayuda técnica por la profesionalidad que le respalda, este contacto ha sido una ayuda “HUMANA”.Porque además de equipos de protección individual (EPIS) y material médico y de otras índoles, hoy más que nunca, necesitamos la cercanía, el calor y la humanidad de todas las personas como colectivo social.Gracias a toda la Delegación por el impecable trabajo que hacéis, acompañando con intensa voluntad en esta crisis, desde los valores imprescindibles que representáis. ¡GRACIAS!